Época: Arte Español Medieval
Inicio: Año 1000
Fin: Año 1500

Antecedente:
Santiago de Compostela
Siguientes:
El Apóstol
Los peregrinos
Los caminos
La ciudad de los peregrinos
Arte y peregrinación
Iglesias de peregrinación
Los puentes en el Camino
Hospitales de la ruta jacobea
El tesoro de los peregrinos
Imágenes y leyendas

(C) Isidro G. Bango Torviso



Comentario

Cuando los europeos nos planteamos las raíces de nuestras señas de identidad, buscamos en el pasado referentes de europeidad. Nos equivocamos con personajes como Carlomagno, pues nunca tuvo de su Imperio otra visión que la meramente patrimonial, o no nos gusta demasiado, por políticamente incorrecto en la sociedad actual, el mensaje del ejército cruzado; sin embargo, todo es positivo cuando invocamos el nombre de las peregrinaciones. En su constante discurrir por los caminos, los peregrinos, movidos por unos emotivos ideales espirituales comunes, cruzaban las fronteras artificiales de los hombres y afrontaban las dificultades de las barreras naturales, constituyendo una única nación, la de los creyentes. Alemanes, suecos, ingleses, italianos, húngaros, polacos, franceses, los hispanos de los diferentes reinos y todo un largo etcétera formaban un solo pueblo, el de los "marchadores de la fe". Como vemos por este poema de Fulberto, obispo de Chartres, acudían de todas las partes atraídos por los milagros que obraba el apóstol Santiago en su sepulcro de Compostela, en las lejanas tierras del Finisterre:
"Santiago el de Zebedeo/ el que Mayor es llamado,/ que milagros a millares/ en Galicia lleva a cabo./ A cuyo espléndido templo/ viniendo las gentes todas/ de todas las partes del mundo/ la gloria de Dios pregonan./ Armenios, griegos, pulleses,/ anglos, galos, dacios, frisios,/ naciones, lenguas y tribus/ acuden con donativos".

Un fenómeno de masas como éste, cuyo origen se remonta a casi mil doscientos años, ha dejado su impronta en los protagonistas y en los caminos por donde ha discurrido la peregrinación jacobea. Siendo Santiago uno de los apóstoles más importantes según los textos evangélicos, su fama y prestigio sufrirá una transformación radical a partir de su supuesta evangelización de España y su entierro en Galicia.

A lo largo del medievo los peregrinos a diversos santuarios eran muchos; sin embargo, como nos indica Dante, en su "Vita nuova", "peregrino se puede interpretar de dos maneras, en sentido lato y en sentido estricto. En sentido lato, en la medida en que peregrino es todo el que se encuentra fuera de su patria. En sentido estricto, no se considera peregrino sino a quien se dirige a la casa de Santiago, o vuelve de ella".